sábado, 14 de abril de 2012

Estudio científico cuestionan la relación entre videojuegos violentos y conductas agresivas



Angry German Kid

La relación que muchos han querido establecer entre los videojuegos violentos y las conductas agresivas podría ser falso, de acuerdo a un nuevo estudio publicado por la universidad de Gothenburg en Suecia.
Se ha hablado mucho de los beneficios que los videojuegos pueden traer a quien los practica –siempre y cuando no se abuse de ellos-, y en Ecetia hemos escrito al respecto en varias ocasiones, describiendo cómo nos ayuda a mejorar la vista, o a modificar el cerebro en forma positiva.
Pero este medio de entretenimiento tiene también muchos opositores, como ciertos congresistas en Estados Unidos que tratan de proteger al público ‘del terrible mal’ que representan agregando etiquetas que adviertan de contenido violento (en TODOS los videojuegos), basándose en estudios –sin citar- que afirman que los videojuegos violentos tienen un impacto a largo plazo en los niños y que debería contener una advertencia de salud.
Sin embargo, el estudio científico sueco afirma que estos datos han sido obtenidos en forma errónea y por lo tanto, arrojan resultados falsos, y que la relación que se ha sugerido entre éstos y las conductas agresivas en personas jóvenes no es consistente.
El estudio, que se titula: “Cómo los jugadores manejan la agresión en los juegos: Habilidades situacionales y juegos de computadora colaborativos”, también arroja otros datos interesantes, como el hecho de que los jugadores exitosos deben entender contextos complejos, aprender a mejorar su habilidades, pensar en sus acciones con causa y efecto y ser cooperativos con otros miembros, a la vez que desarrollan capacidades de formulación de estrategia y conocimiento técnico.
Al contrario, los malos jugadores son impulsivos, desconsiderados y muestran inestabilidad emocional, lo que sugiere un “comportamiento agresivo fuera del entorno de los videojuegos”. Sobra decir que generalmente no tienen éxito en sus partidas.
O dicho en otras palabras, una persona no se vuelve agresiva por culpa de Gears of War; esa persona ya es agresiva en su vida personal y acarrea estos problemas a este entorno.
Jonas Ivarsson, uno de los investigadores, comenta:
Estamos cuestionando todo el debate sobre los juegos y la violencia, ya que no está basado en un problema verdadero sino en un razonamiento hipotético.
Otra prueba en contra de la relación juegos-agresividad es es muy simple y se basa en estadísticas: la presencia de los videojuegos como una forma de entretenimiento popular y al alcance de muchos no corresponde con un alza en la criminalidad a nivel mundial.
Así que la próxima vez que se encuentren un idiota diciendo obscenidades en Xbox Live, Ventrilo o TeamSpeak, será más placentero ignorarle, a sapiencia de su inferior control de emociones y capacidades.

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