En el trabajo, ¿te consideras una persona vaga o más bien dinámica y
emprendedora? La voluntad que exhibimos a la hora de trabajar depende,
en gran parte, de la química de nuestro cerebro, según un estudio que
acaba de publicar la revista Journal of Neuroscience. Usando
una técnica de mapeado del cerebro conocida como tomografía de emisión
de positrones (PET), los investigadores encontraron quelas personas más
diligentes, que se muestran dispuestas a trabajar duro para obtener
mayores recompensas, liberan más cantidad de dopamina en zonas del
cerebro relacionadas con la motivación, concretamente el estriado y la
corteza prefrontal ventromedial. Por otro lado, los empleados
“gandules”, que trabajan poco incluso si esa “flojera” implica una
reducción de sus ingresos, tienen altos niveles de dopamina en una zona
cerebral implicada en las emociones y en la percepción del riesgo: la
ínsula anterior. En otras palabras, la liberación de dopamina en la
ínsula está relacionada con un menor deseo de trabajar, sin importar las
pérdidas económicas que eso implique.
El estudio es el primero en mostrar que la dopamina puede tener
efectos opuestos según la zona en la que actúa y cómo esto explica las
diferencias individuales en el comportamiento de los trabajadores. Las
conclusiones ayudarán a entender los trastornos de la motivación
implicados en enfermedades mentales como la depresión o las adicciones.
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