Tomm Hulett: “Los Survival Horror deben mejorar”

El productor de Silent Hill: Downpour, Tomm Hulett, cuyo juego no ha recibido muy buenas críticas, ha vuelto la vista atrás para asegurar en unas declaraciones recogidas en el portal VG247, que el survival horror tiene mucho que mejorar si quiere ser uno de los géneros insignia como hace unos años:

“En mi opinión, al principio el género tuvo mucha suerte, elementos de terror como un combate incómodo, cámaras confusas y todo eso. Pero una jugabilidad cutre no puede ser una característica del juego para siempre, por lo que al arreglarlo, los survival se han convertido en juegos de acción con mostruos desagradables. Para que los próximos den miedo de verdad, va a hacer falta un diseño de juego muy bien pensado.
Mientras que otros juegos han tomado el camino de la acción para intentar llegar a todo tipo de público, nosotros intentamos crear el juego de una manera en la que los sucesos siempre pillaran al jugador desprevenido.
Si conseguimos crear una jugabilidad que dé miedo y que parezca natural y juntarla con un buen diseño, conseguiremos crear un buen survival horror. Esperemos que este sea el camino que se tome de aquí en adelante”.

Unas declaraciones que desentonan por completo de las recogidas anteriormente por el creador de la saga Resident Evil, Masachika Kawata, el cual dijo que el género estaba completamente muerto y se decantaba por la acción para poder seguir adelante.
Desde mi humilde opnión creo que todavía se le puede sacar mucho jugo al género, es más, sería toda una bocanada de aire fresco en esta generación plagada de juegos de acción y shooters. Eso sí siempre y cuando se realice con la calidad y ambientación que se merece un survival horror, algo que no se antoja tan fácil de realizar como los juegos de acción. Por eso las compañías tiran de estos últimos en detrimento del terror, cuyo ejemplo más famoso es el de Capcom con Resident Evil.
Sinceramente, yo todavía estoy esperendo un buen juego como los de antaño, de esos que te dejaban pegado a la consola durante bastante tiempo y con un constante nivel de estrés que te hacía saltar del sofá al mínimo ruido.